Raquel
Hoy fue una locura. No sé qué sabes tú, pero… bueno. Llámame cuando tengas un momento. Estoy bien. Solo quiero asegurarme de que tú también lo estés.
Caminé pesadamente por el césped y decidí mandar un mensaje a Claudia. Mi estómago ya dolía por mentirle a una amiga; más valía rematar la faena.
Antes de que pudiera guardar el teléfono, vibró.
CLAUDIA: Estoy bien. Pero aparentemente mi apartamento no es seguro. ¿Estas personas dicen que te conocen? ¿Debo confiar en ellas? ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
Mentirle sería más difícil de lo que había pensado. Andrea había caído sin dudar en la historia del romance falso. Claudia era más lista. Práctica.
RAQUEL: Puedes confiar en ellos. Demasiado para explicar ahora, pero espero que esto acabe pronto y puedas volver a casa.
CLAUDIA: ¿Pasó algo en la fiesta?
Mis pulgares se quedaron suspendidos sobre el teléfono. Javier debería haber escrito este guion… o hacerlo él mismo. Un desliz y Claudia podría estar en peligro.
RAQUEL: ¿Qué sabes de Javier De