STEFANY CARSON
Los días pasan y mi depresión solo aumenta. Levantarme de la cama hay días en los que me cuesta demasiado y recordar mi último desamor solo hace que me sienta aún más miserable y triste que nunca.
Mi amiga se siente preocupada y se que si ella estuviera aquí no se iría de mi lado. Ella cree que acabaré suicidándome.
Las personas que van a mis trabajos se ven felices. Ellos comen sin culpa en la cafetería, mientras que yo dejo de comer para poder perder peso. Quienes van a la biblioteca y siguen poniéndome como ejemplo para hacer dieta a tiempo. Esos comentarios duelen y me llenan de vergüenza.
-Hola, ¿Cómo estás?- El oficial Jack llega con sus muletas y me saluda amablemente como siempre
-Hola, ¿Cómo está tu pierna?- Pregunto y voy a buscar la novela que lee casi a diario
-Me siento mejor, aunque aún necesito cuidarme y terminar de sanar. Estoy cansado de estas cosas- Movió las muletas
-Aquí tengo lo de siempre- Le entregué la novela y él entendió que no quería h