Creo que me voy a la cama Omar, tengo algo de sueño, creo que tu también debes descansar, dijo ella un poco tímida.

-Sí es un poco tarde, ya era prácticamente la una de la mañana entre cenas, baile y confesiones, se habían pasado las horas y ninguno de los dos se había dado cuenta.

-Me doy una ducha solamente, tomó una frazada y listo, dijo Omar sinceramente.

Mientras que Omar se daba la ducha, Marian limpiaba un poco el desastre en la cocina.

Ella realmente estaba confundida, debería estar odiando a Omar sobre todas las cosas, pero no sentía que pudiese hacerlo, después de un rato, el hombre apareció con un pantalón de pijama de manta color blanco en la sala, una frazada y listo para dormir.

-Listo para dormir, dijo con una sonrisa, abrazando una gigantesca almohada con la que tapada todo aquel abdomen, que hacía que Marian suspirara.

-Que bueno, pues que descanses, estaba recogiendo un poco todo esto, dijo ella pasando de lado, yo puedo dormir acá, no tengo problema en hacerlo, ade