IVANA
No he podido dormir bien desde hace días debido a lo que se avecina.
Los rayos solares que se filtran por la ventana es lo que me despierta y alzo mi cabeza volviéndola a hundir en la almohada. Estoy mareada, cansada, mi mente y cuerpo me exige descansar y lo complazco volviendo a encogerme con la pereza mañanera que me invade..
Recupero la conciencia nuevamente con la voz de la hermana de Iskander y abro mis ojos anclándolos a sus bicolores hermosos. Ahora los tiene de esa manera y es fantástico Soy fans de su iris precioso, el azul de su madre y el oscuro marrón de su padre.
—Buenos días dormilona—acaricia mi mejilla antes de sentarse en la cama—ven a desayunar.
—Buenos días querida, como estas.
—Bien, baja qué te estamos esperando, vamos a pasar todo el día juntos en familia y tus padres no tardan en llegar.
—Me doy una ducha y bajo a desayunar.
Su piel es muy blanca, igual que la de su madre acentuando sus rasgos y el color rojo que baña sus mejillas y sus labios