Capítulo 41: Un recuerdo lastimoso
Un recuerdo llegó de golpe, casi atravesando la mente de Logan, arrastrándolo a más de seis años atrás, en aquella etapa más oscura de su vida.
Aquellos días fueron una condena. Una semana, o quizá más, desde que su mundo se vino abajo. No llevaba la cuenta, porque ya nada importaba. Había dejado de ir a la universidad, de contestar llamadas, de preocuparse por lo que sucedía fuera de su habitación. Se había rendido ante el vacío, refugiándose en la oscuridad, entre botellas vacías y el hedor a licor barato mezclado con whisky caro.
El ciclo era simple y destructivo: cuando los clubes estaban abiertos, bebía hasta desplomarse entre desconocidos. Cuando no lo estaban, saqueaba el despacho de su padre, robando botellas de whisky, y volvía a encerrarse en su habitación, esperando que el alcohol hiciera lo único que todavía podía darle: inconsciencia.
Sabía que era un desastre. Y lo peor: no le importaba.
El portazo fue tan ruidoso que hizo vibrar la par