Al igual que Estefanía, quien apenas puede ver la expresión de Arthur – ¿estás bien?
-Es solo que escuché los pensamientos del cachorro, dice que está feliz porque está cerca de nacer y conocernos…
Estefanía da una sonrisa nerviosa…
- ¿Estás bien Estefanía?
-Hablaste del parto, tengo miedo de que llegue ese día y salga algo mal…
-Nada saldrá mal, descuida…
Y apenas mira el vientre de la joven madre – “si quieres nacer, no dirás nada, Mila”
Y la bebé en respuesta patea con fuerza – Mila ten cuidado con mamá…
-Es una niña traviesa – dando una sonrisa
…..
Esa noche, mientras Arthur y los demás duermen, Estefanía está en su habitación, arrullando su vientre, mientras se pregunta una y otra vez ¿Qué fue lo que escuchó de su hija?
-Mila, vamos dile algo a mamá…
Pero la bebé decide permanecer en silencio – vamos, saca de la duda a mamá…
La puerta es tocada, Estefanía se asusta en el acto, pero decide dejar pasar a quien sea que esté al otro lado de la puerta – adelante – Lucina entra y Estef