Capítulo XXVI...
Caín solo puede sentir impotencia, porque sabe que nada puede hacer, así que se gira y se dirige hacia la casona en donde Estefanía se encuentra; arrullando su vientre y cantándole una hermosa nana, cuando la joven siente su presencia, simplemente se coloca de pie y se dirige hacia su habitación, Caín suspira resignado y se dirige hacia la habitación de Larisa en donde Edward está siendo cuidado por su hermano y por Larisa quien apenas da una sonrisa al ver que el pequeño cachorro se está recuperando de forma excepcional…
- ¿Cómo te sientes Ed?
-Estoy mejor Lari – dando una sonrisa – ¿Dónde está Luci?
-Lucina está descansando, usó mucha magia para curarte
- ¿Dónde está Estefi?
-Ella también descansa, por su bebé – dice Aisar – cuando mejores un poco más podrás verlas
Edward da una sonrisa.
-Aisar quiero hablar contigo…
-Claro – besando la frente de su hermano – enseguida regreso – si te portas bien, te traeré helado de fresa
-Está bien Aisar – dice el pequeño cachorro
Cuando Aisar y C