C59- ATRAPADA CONTIGO.

Eros siseó entre dientes, mientras el médico le cosía la herida del hombro sin anestesia, tal como él lo había ordenado. No quería drogas, no quería sentirse atontado, quería sentirlo. El ardor, la punzada. El puto recordatorio de que Ezra le había tendido una trampa.

Y Lucy... Lucy se había ido con Daniel.

El guardaespaldas le había dicho que había entrado a un penthouse en el centro de la ciudad. Y Eros no necesitó preguntar a quién pertenecía, lo supo al instante. El maldito empresario Daniel Michel, el idiota que se creía con derecho a tocar lo suyo.

Su mujer.

La rabia le latía en las sienes y el dolor físico era apenas una sombra al lado de eso. El pecho le ardía, pero no por la herida. Ezra lo había intentado hundir. Y ahora Lucy, la única que no debía traicionarlo, le clavaba el puñal también, su mandíbula estaba tan tensa que parecía de acero.

El médico dio la última puntada, limpió con rapidez y se apartó. Entonces se abrió la puerta principal.

Lucy ent