C50- ASISTENTE PERSONAL.
C50- ASISTENTE PERSONAL.
Camille tardó en aceptar la ayuda. No fue fácil. No quería deberle nada a nadie. Pero las facturas estaban ahí y cada cifra le recordaban que no tenía opciones.
—Déjame hacerlo —le dijo Stefan, en voz baja, sin presión—. No es un favor. Es lo justo.
Camille negó con la cabeza, una y otra vez. Hasta que dejó de tener fuerzas para seguir discutiendo, y al final, accedió.
Luego vino la segunda parte.
Stefan le pidió conocer a su madre. Quería verla con sus propios ojos. Camille dudó. No quería exponerlo a eso. No quería exponerse a sí misma y dejarle ver su vergüenza. Pero él fue insistente, paciente y directo.
—Quiero entender lo que viviste… quiero verla a los ojos y saber cómo es capaz de lastimar a alguien como tú.
Así que aceptó. Temblando por dentro, pero aceptó.
Ahora frente a la clínica, Camille respiraba rápido. Sentía que el estómago le daba vueltas, estaba por entrar otra vez a ese lugar, pero ahora con Stefan a su lado, no sabía qué esperar.
Ni de él.