C44-YO CUIDO DE TI.

La pantalla del celular se encendió de nuevo y Camille rechazó la llamada. Se apartó el cabello del rostro, tratando de mantener la calma, pero el silencio no duró ni diez segundos. El timbre volvió a sonar, agudo e insoportable.

Frunció el ceño y, con un suspiro entrecortado, contestó.

—¿Qué quieres?

La voz que respondió era lenta y empapada de burla.

—Hola, gatita... ¿Por qué no contestas?

El tono le heló la sangre.

Camille se quedó paralizada por un instante, con el teléfono temblando en su mano. El corazón le golpeaba el pecho, rápido, como si quisiera escapar. Se le notaba el temblor en los labios cuando respondió, furiosa y contenida.

—Dije que no me llames. ¿Qué parte de "me dejes en paz" no entiendes? —siseó, mirando hacia la puerta cerrada del baño.

El hombre al otro lado soltó una risa seca.

—¿Vas a seguir con ese jueguito? Sabes que tarde o temprano vas a venir a mí. ¿O prefieres que hablemos en persona? Te queda poca elección, Camille.

Ella apretó tanto