C162- CUANDO DEJES DE IMPORTARME.
C162- CUANDO DEJES DE IMPORTARME.
Lucy se despertó tarde, el vestido de anoche seguía colgado en la perilla de la puerta y el maquillaje había quedado a medio quitar y su cabeza daba vueltas con todo lo que había pasado.
Se quedó un rato en la cama, abrazando la almohada, sin hacer nada, solo pensando.
En él.
En lo que dijo.
En lo que no dijo.
Sabía que Eros no era un hombre fácil. Y tampoco pretendía cambiarlo, ella lo conocía y lo amaba con todo y sus demonios.
Pero le dolió que dudara, que la viera como un recuerdo sucio del pasado cuando lo había entregado todo por estar con él.
Aun así, no iba a estar enojada para siempre.
Era Eros, su Eros y maldita sea… ella quería un hijo con ese hombre.
Así que suspiró hondo y se levantó.
Caminó descalza hasta el baño y luego bajó, una de las empleadas la vio y se acercó de inmediato.
—Buenos días, señora. ¿Le preparo su desayuno?
—Un café y lo de siempre, por favor.
La mujer asintió, pero antes de marcharse, dijo algo más:
—El señor se veía