C163- DOS EXTRAÑOS.
C163- DOS EXTRAÑOS.
Eros dio un paso hacia ella en cuanto escuchó esas palabras.
—¿Qué dijiste?
―Lo que escuchaste Eros. Ya es hora de pensar en mí, se acabó eso de ponerte primero
—¿Qué te está pasando, Lucy? A ver… explícame.
Pero ella no respondió. Solo se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras, dejándolo ahí. Eros gruñó bajo, molesto consigo mismo, con la situación, con todo, y fue tras ella.
Pero antes de subir, miró hacia sus hombres.
—¿Ya viene el médico?
—Sí, señor. Ya viene —respondió uno de los guardaespaldas, nervioso.
No dijo más y subió las escaleras de dos en dos. Cuando entró a la habitación, Lucy se estaba quitando los aretes.
—Vete —dijo sin mirarlo—. Sigue atendiendo tus negocios. Yo voy a dormir.
—¿Me estás echando? —preguntó él, como si la idea le resultara absurda. La vio moverse por la habitación con calma, pero cada gesto suyo estaba lleno de rabia contenida.
Lucy giró apenas la cabeza, lo justo para que él viera la curva sarcástica en su sonrisa.
—Oh, ¿sí e