Capítulo 61. El niño que aprendió a callar.
Ares sostuvo la mirada de Lena mientras el ambiente se hacía tan denso que hasta el aire parecía contener la respiración. Harry, abrazaba su dinosaurio como si fuera un escudo contra el mundo. Sus ojos grandes estaban rojos, pero firmes.
Lena, en cambio, parecía cómoda. Demasiado cómoda. Con esa postura elegante y esa sonrisa helada que siempre había usado para manipular a todos.
—Vamos, Harry —dijo ella suavemente—. Dile a tu papá la verdad. ¿Quieres que me quede contigo? ¿Sí o no?
Ares sintió un hormigueo helado recorriéndole los brazos. No había nada inocente en la pregunta. Sabía que Lena nunca decía nada sin una intención escondida.
—Harry —intervino Ares, agachándose a su altura—. No tienes que decir nada que no quieras. No tienes que tener miedo. Estoy contigo, hijo. Solo quiero saber lo que tú deseas. ¿Quieres que ella se quede… o quieres que se vaya?
Harry bajó la mirada. Su pequeño cuerpo se puso rígido, como si un pensamiento invisible lo estrangulara. Sus dedos apretaron e