CAPÍTULO 31

POV ÁNGELA.

El ambiente dentro de la camioneta blindada era asfixiante, cargado de esa tensión espesa que precede al infierno. El motor rugía bajo nosotras, pero dentro solo se oía mi respiración agitada y el pitido constante de los monitores. Quinto mes de embarazo, vientre abultado como una granada a punto de estallar, y por primera vez en mi vida de mierda, Bruno había aceptdo una orden. No discusión. No negociación.

—Te quedas aquí, Ángela —su tono fue un martillo, sin resquicios—. Camelia te vigila. Me informa de cada puta respiración tuya. No pondré en riesgo a nuestras hijas por tu cabezonería.

Quise gritarle, golpearle el pecho, recordarle que yo no era una muñeca de cristal, que había matado hombres con mis propias manos mientras él estaba secuestrado. Pero su mirada... Dios, esa mirada me atravesó como una bala. Era terror puro, el mismo que sentía yo cada vez que pensaba en perderlas. Acepté en silencio, mordiéndome la lengua hasta saborear sangre. Me encontraba partida en
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP