Ella siente escalofríos al escuchar las palabras de su esposo y antes de que pueda reaccionar, Kevin vuelve a abalanzarse hacia ella está vez de manera más despiadada, el hombre la besa con ferocidad, como si de aquel beso dependiera su vida, las manos del hombre se posan en su cintura, sus lenguas se entrelazan, ella solo emite un suspiro rendida ante la acción dominante de su marido.
— No puedes decir que tenemos límites Leah, no cuando estamos casados — Sus miradas eran fuego puro, el vehículo parece encogerse, ella traga saliva.
— Kevin ¿Qué estás tratando de hacer? Recuerda que estamos en la carretera — la voz de la mujer se escucha temblorosa.
— Claro que recuerdo que estamos en la carretera Leah, pero también tu debes de recordar que somos esposos.
— No olvido que somos esposos, pero no puedes tocarme en la carretera, piden multarte — Ella no sabía cómo detener las acciones de su esposo.
— ¿Crees que no tengo suficiente dinero Leah? — Su esposa se había sonrojado.
— Detent