CAPITULO 61
Fernando se había convertido en un hombre lleno de resentimiento, de rabia en su pecho y en su corazón, yo sabía que él era un buen hombre y pensaba en medio de mi ignorancia que todo esto era producto del estrés que estaba sometido.
Quería creer que con el tiempo el se iba a dar cuenta de su actitud, que iba a entender que este proceso era difícil para el y que no podíamos seguir de esta manera.
Pero no, sencillamente no había ningún cambio en el, mi madre incluso llegó a estar preocupada por la manera en la que se dirigía a mi, me hablaba con despotismo y mucho enojo en su rabia.
— Fernando está fuera de control, sé que está celoso por lo que ha pasado, pero no me gusta la manera en la que te trata — ella estaba muy angustiada, la verdad no era para menos.
Fernando no era nada del hombre bueno que conocí en el pasado, y eso me dolía, pies había dejado todo por el, y por nuestro hijo.
Mario, o mi papá, la verdad es que aún con el pasar de los meses y de la convivencia, la