Los días siguientes lograron que William se arrepintiera genuinamente de haber vigilado a Patricia y más aun de haber enterado a Enzo, quien había ordenado un minuto a minuto sobre ella, lo que empeoraba toda la situación ya que Alfonzo Di Santis visitó a Patricia y cada vez pasaba varias horas en la casa.

El colmo fue verlos como una joven y feliz familia, una tarde que compartieron la merienda en el jardín de la casa y grabaron la interacción entre el niño y el italiano.

Enzo rechinaba los dientes viendo el video y exhaló ruidosamente cuando le informaron que Alfonzo Di Santis era el padre biológico del hijo de Patricia. Lo cual descubrieron al seguirlos hasta la clínica para la visita de control del niño, donde aprovecharon la ocasión para tomar las muestras que Di Santis necesitaba para legalizar al pequeño como su hijo y heredero.

–¿Estás de acuerdo en cambiarle el apellido? Realmente me gustaría que fuera un Di Santis.

–De acuerdo a los resultados de la p