Cap. 68: La vigilancia
Al otro día Alfonzo Di Santis fue muy puntual, a la hora acordada estaba tocando la puerta de la casa de Patricia, un hecho que fue profusamente documentado e informado a William Posada, quien de inmediato ordenó investigarlo.
–Adelante señor Di Santis, Carlitos está en el área del comedor.
–Gracias por recibirme y, por favor, llámeme Alfonzo.
–Le agradezco que sea discreto, él es muy listo.
–Eso me agrada.
Di Santis entró al comedor y el pequeño estaba devorando una pierna de pollo, en el plato tenía vegetales salteados.
–¿Él come eso?
–Y le encanta, es lo que debe comer para mantener altas sus defensas.
–¿Qué enfermedad tuvo?
–Anemia Falciforme, ameritó trasplante de médula ósea.
–Dios, debió haber sufrido mucho, ¿quién fue el donante?
–No lo supimos, una fundación se encargó de todo, yo… no tenía los medios para atenderlo.
–¿No? Pero…, esta casa…