Cap. 66: Enzo se fue
Luego de asentirle, Enzo fue al vestidor de allí salió con un pantalón de franela y el torso descubierto, Patricia había tomado asiento al borde de la cama y lo miraba expectante, él exhaló el aire que retenía involuntariamente y sentándose en el borde contrario, dándole la espalda, comenzó a narrar:
–Desde mi cumpleaños número diez mi abuelo se dedicó a enseñarme cada día todo lo que él sabía de negocios, yo llegaba de clases directo a su despacho, allí pasaba horas y al salir las miradas de mis padres, mi tío y mis primos eran de desdén. Ninguno me perdonaba ser el favorito, como me decían ellos, sin embargo, no se atrevían a señalarme delante de mi abuelo, yo me refugié en él y así fui creciendo, bajo su brazo, con su amparo y protección. Al cumplir los dieciocho mi abuelo me mostró una bóveda con lo que anunció era el inicio de mi fortuna, me había dicho que cada año me obsequiaría unas barras de oro, pero lo que vi allí era un buen lote de barras, la primera vez depos