Nos duchamos los dos y en el dormitorio volvimos a vestirnos para ir al comedor, ya que se hacía la hora en que Adrian tenía que ir a recoger a Silvia al colegio teniendo que quedarme yo en la casa, por orden de él. Nada más entrar la pequeña en la casa cuando ya regresaron, escuche las risas y el hablar de la pequeña haciéndome sonreír, ya que la quería mucho y estaba deseando verla. Entró en el comedor con su padre, quedándose por un momento en la puerta mirandome, echando a mis brazos segundos después abrazandonos las dos
— Mama, has vuelto a casa — me dijo, mientras venia corriendo hacia mis brazos
— Claro que si mi amor, deseaba verte y saber como esta mi pequeña, — le respondi dandole besos
— Bueno Silvia, deja tus cosas en tu dormitorio y ves a la cocina a merendar — le dijo su padre
— Puede acompañarme Elizabeth, papi por favor — le dijo la peque
— No, aquí hay unas reglas Silvia, haz lo que te he dicho, luego podréis estar las dos juntas — contesto Adrian muy serio
Cuando Sil