POV Emilia.

Han pasado tres días desde que entraron a mi casa, destrozaron todo y se llevaron a Pamela. No sé quién diablos lo hizo ni por qué.

El Ruso no me deja moverme ni un milímetro lejos de él desde entonces.

He intentado irme más de una vez, pero es imposible. Cada vez que lo intento, aparece. Me detiene. Me habla con esa voz que no admite discusiones.

Sé que está moviendo a sus hombres para ayudarme, incluso sin que yo se lo pida. Lo noto en sus llamadas, en sus silencios, en cómo no duerme. Pero nada de eso me calma.

Porque no puedo pensar en nada que no sea ella

El miedo por Pamela me carcome. No puedo dormir, no puedo respirar tranquila. Su rostro, su risa, su voz… me persiguen cada vez que cierro los ojos. Por eso terminé llamando a Ruth, mi antigua jefa… y amiga. Su esposo es un hombre influyente. Si alguien puede ayudarme a encontrarla, es él.

—Жена (esposa), debes comer. Con el estómago vacío no la encontrarás más rápido —dice Alec con esa mezcla entre ternura y autorid