33. Una traición.
POV RUTH.
Observo cómo Leandro ingresa cabizbajo, como si los pasos le pesaran en el alma. Sus hombros están caídos, su andar es lento… como si arrastrara una culpa que no lo deja respirar.
Su mirada está perdida, y su rostro luce sombrío. No está el hombre imponente y ruiseñor que siempre ha sido.
No hay rastro del Leandro firme, el que llena los espacios con solo entrar.
Este hombre que tengo delante parece una sombra que carga con el peso del mundo.
—¿Y esa cara? —pregunto con una sonrisa suave, cerrando el libro que estaba leyendo—. ¿Pasa algo?
Él no dice nada con su voz, pero todo su cuerpo me grita que sí. Me hablan su espalda tensa, sus manos crispadas, su respiración agitada aunque intente disimularla.
Extiendo mi mano, invitándolo a la cama. Duda por un segundo, pero termina por tomarla. Sus labios rozan la comisura de los míos con un beso tembloroso, como si temiera que fuera el último.
Siento su aliento cálido y entrecortado sobre mi piel, y el latido acelerado de su corazó