Dante llegó a su casa, lo sucedido con Zaira en su habitación, o tenía un poco desconcertado, puesto que ella algunas veces pareciera inocente, pero también parecía que tenía toda la experiencia del mundo, como con lo que sucedió en su recamara, ya que ella lo retó y después lo dejó ahí nada más.
Zaira no podía dejar de pensar en lo que Dante dijo de las dos mujeres, así que se le ocurrió la brillante idea de molestar a su jefe.
-Señor Fabbri, me quedé muy preocupada, cuénteme, ¿cómo le terminó de ir con sus mujeres acosadoras?
Sin embargo, no hubo respuesta inmediata como la chica imaginó, Dante estaba nadando un poco para despejar sus pensamientos, estuvo más de una hora nadando.
Cuando salió de la piscina, subió a su habitación, se dio una ducha y así desnudo se acostó en su cama, tomó su teléfono y encontró con sorpresa un mensaje de Zaira, al leerlo no pudo evitar sonreír.
-Señorita Smith, bien, gracias por su preocupación, ya le contaré después, ahora estoy un poco ocupado, ya