CAPÍTULO 74 — Vamos, que si se puede.
Damien.
—Damien… —miré el rostro de Sasha.
Tenía las manos en el arma, junto a una de Sasha, pero mi brazo estaba mojado, y en los siguientes segundos, sentí un ardor profundo, y un adormecimiento en mi brazo izquierdo.
Me eché para atrás, el arma que estaba entre nosotros cayó al piso, y luego miré hacia Irina, que se detuvo con los ojos abiertos, mirando mi herida.
Sus lágrimas se escurrieron rápidamente, y abrazó su conejo.
—Damien… —la escuché pronunciar, y luego noté como los hombres hablaron rápidamente por los cables, y Sasha se dio cuenta de algo.
Ella volvió a sacar otra arma de sus pantalones y apuntó a Irina. Como si quisiera descargar su frustración con ella y la vez, sentirse acorralada, ahora todos los hombres la apuntaban a ella.
Y supe que mi hermano estaba en esto.
Noté como las puertas se abrieron enseguida, Alex, se quitó una capucha de la cara, y de seguida Luka, pero desde la distancia supe que no habría tiempo.
Irina estaba muy cerca de ella, y el arma en