Mundo ficciónIniciar sesiónSophie Chen había aprendido hace mucho que la mejor forma de matar enemigos era haciéndoles creer que ya estabas muerta.
Cuarenta y ocho horas antes, cuando el helicóptero se precipitaba hacia las aguas del Mediterráneo envuelto en llamas, Sophie había calculado cada segundo con la precisión de un relojero suizo. El paracaídas de emergencia se desplegó a exactamente trescientos metros de altura, lo suficientemente bajo para evitar ser detectada por radar, lo suficientemente alto para no convertirse en pulpa contra las rocas de Malta.
El agua salada la recibió como un puño helado, pero Sophie había sobrevivido a entrenamientos peores en los fiordos de Noruega. Dos kilómetros la separaban de la costa maltesa cuando las luces del submarino privado cortaron la oscuridad marina como cuchillas de plata. El Poseidón emergió silenciosamente, una bestia negra que había esper







