Mundo ficciónIniciar sesiónValentina despertó en sala médica blanca con olor a antiséptico y certeza absoluta de que estaba en poder del enemigo.
El dolor punzante en su hombro derecho la devolvió a la realidad como un martillazo. Cada respiración enviaba ondas de fuego a través de su cuerpo, recordándole la bala que había atravesado su carne durante el caos en el aeropuerto. Sus muñecas estaban sujetas a los barandales de la cama con esposas de acero inoxidable que cortaban su piel cada vez que intentaba moverse.
La habitación era pequeña, sin ventanas, iluminada por luces fluorescentes que zumbaban con una monotonía enloquecedora. Una cámara de seguridad parpadeaba en la esquina superior derecha, su ojo rojo observándola sin parpadear. El aire acondicionado funcionaba a temperatura ártica, haciendo que sus dientes castañetearan bajo la bata médica que alguien había pues







