Mundo ficciónIniciar sesiónEl amanecer llegó a Seychelles con la belleza engañosa de algo hermoso que está a punto de explotar.
Las aguas turquesas del océano Índico brillaban como cristales bajo el sol matutino, pero Diego apenas las notó mientras se ajustaba el traje Tom Ford que había elegido para lo que podría ser su último día con vida. El dispositivo de Dimitri pesaba contra su pecho como un recordatorio constante de que cada respiración podría ser la última.
A las 8:45 AM, el complejo de Marcus Hoffman se había transformado en una fortaleza impenetrable. Guardias armados patrullaban cada entrada, cada ventana, cada sombra que pudiera ocultar una amenaza. Diego observó desde su suite mientras los últimos miembros de la organización llegaban en vehículos blindados, sus rostros graves reflejando la tensión que electrificaba el aire tropical.
—No po







