Mundo ficciónIniciar sesiónSan José se había transformado en un tablero de ajedrez donde cada pieza se movía con la precisión de unos guerreros que habían estudiado el arte de la destrucción durante vidas enteras. Los rascacielos que dominaban el horizonte parecían estar siendo convertidos en unas fortalezas, sus luces parpadeando de una manera que sugería unos sistemas eléctricos siendo hackeados desde distancias imposibles.
James Morrison estaba en la suite de comando que su organización había establecido en un edificio de oficinas que, a primera vista, parecía abandonado. Las múltiples pantallas de monitoreo mostraban la ciudad fragmentada en unos sectores, cada uno representando una zona de batalla potencial. Morrison observaba los feeds de vigilancia con la concentración de un ajedrecista que estaba calculando treinta movimientos por adelantado.







