Mundo ficciónIniciar sesiónEl teléfono de Diego vibró en el bolsillo de su pantalón, como si aquel pequeño dispositivo fuera una criatura inquieta que intentaba llamar su atención desde un rincón oculto de su ropa. Era una comunicación encriptada, una señal que parecía provenir de una dimensión distinta a la realidad turbulenta que él estaba experimentando. La voz de la coronela Mariana Reyes atravesó la línea con la precisión de un puñal desgarrando una tela frágil.
—He interceptado la comunicación de la Matriarca. He visto el plan completo —dijo Reyes, sin permitirse un solo preámbulo innecesario—. Voy a ayudarte, pero necesito que confíes completamente en mis instrucciones.
Diego estaba de pie en el balcón del piso treinta y nu







