Mundo ficciónIniciar sesiónLos siguientes quince minutos fueron una versión diferente del mismo infierno.
El equipo médico completo se movía alrededor de la cama de Ricky con una urgencia coreografiada que había perfeccionado durante años de emergencias similares: manos trabajando simultáneamente en múltiples tareas, voces gritando órdenes médicas en un lenguaje técnico que apenas comprendía, máquinas pitando con alarmas cada vez más histéricas que perforaban directamente mis tímpanos ya sensibilizados.
—Adrenalina, punto cinco miligramos intravenoso directo. —El doctor principal prácticamente rugió la orden mientras insertaba una aguja gruesa en el brazo convulsionan







