TIENE UNA HIJA.
TIENE UNA HIJA.
Nathaniel abrió los ojos cuando el sonido de su celular lo despertó, el dolor estaba a punto de explotarle la cabeza.
―¡Demonios! ―gruñó y tanteó en la chaqueta de su traje para tomar el aparato ―¿Quién?
―Buenos días, Nathaniel ―respondió una voz del otro lado ―¿esa es la manera de responderle a tu madre?
Él hizo una mueca y suspiró.
―Buenos días, mamá.
―¿Dónde estás?
Nathaniel trató de enfocar el lugar y pronto descubrió que se trataba de su departamento.
―En mi casa.
―¿No irás a la empresa?
―¿Qué pasa mamá? Ve al grano.
―Bueno, siendo tan adicto al trabajo es la primera vez que vas tarde.
Nathaniel miró su reloj y vio que casi era medio día.
―¡Maldita sea! ―exclamo en voz alta.
―¿Qué sucede contigo, Nat? ―Regina comenzó a percatarse del extraño comportamiento de su hijo.
―Mamá, debo ir a la empresa, di lo que tengas que decir o colgaré.
Del otro lado, la madre apretó el teléfono y miró a su nuera en el jardín.
―Quiero que vengas a almorzar a casa y no te atrevas a ne