12. Una mala compañía
Por su parte Dayana estaba viendo por las tiendas en las que pasaban cuando de repente Leonel la tomó de la mano, le pareció extraño y empezó a caminar más lento ya que pensó que el quería decirle algo y esa era la razón por la que lo hizo, pero el empezó a apretar con fuerza su mano.
— Leo ¡Que traes tonto! Me lastimas.– Ella se detuvo de golpe y volteo a ver molesta a Leonel.
— Hay un hombre en una tienda al frente del otro lado que te estaba viendo.
Dayana estaba mirando fijamente a Leonel, como llevaba las gafas solo levantó la mirada para que ese hombre del que hablaba su hermano no se fuera a dar cuenta que levantó el rostro y lo miró, Dayana se puso algo tensa y su corazón empezó a latir con fuerza cuando lo vio.
— Si te refieres a el que está frente a la joyería es el padre de Edgar...
— ¿¡Que?! Pero acaso lo tuvo a los 10 años... ¡No es un viejo! Ese hombre está muy joven, ya veo porque andas tan sacada de la pena...
— Ooo ya cállate...
Dayana le dio un tirón al cabello reb