Magdalena me llamó por la noche, cuando intentaba dormir. -Stefan está estable, los médicos dicen que se recuperará-, me contó. Eso me reconfortó.
 -Vi el partido, Katty, te desconcentraste-, siguió diciéndome ella, con mucho cariño, musicalizando sus palabras.
 -Tenía la cabeza en otro sitio-, suspiré.
 -Ya habrá la revancha-, me anunció y me colgó con un gran besote.
 Ashley me ordenó entrenar en un importante club de tenis de París,  porque el vuelo recién saldría el lunes. -No puedes dejar que tus huesos se oxiden, Katty-, sonrió ella. Recogimos nuestros maletines y nos fuimos a entrenar.
 Apenas salí a la cancha habían muchísimos periodistas, casi medio centenar que me tomaban fotos y hacían videos. Me dio risa.
 -Creo que se equivocaron, señores, la campeona está bajo a torre Eiffel tomándose fotos con el trofeo que me ganó-, dije peloteando con Heather. Los reporteros estallaron en risas.
 -¿Qué pasó, Katherine?-, preguntó uno de ellos viéndome lanzarle un globo a Heather.
 -Co