Milton me hizo un delicioso bistec con papas fritas que acompañé con un café muy humeante.
-¿Vas a competir en el open nacional?-, me preguntó limpiando sus manos con un mantel.
-No, ya no quiero saber más del tenis-, le dije resoluta.
-Los diarios dicen que eres asombrosa-, estiró él una larga sonrisa. yo no había leído los diarios, en realidad, me había sepultado en mis almohadas y no hacía más que llorar. Estaba demasiado afectada por lo que me había pasado con Márquez y como les conté pensaba que ya nada tenía razón en mi existía y había perdido los deseos de continuar adelante.
-Me dedicaré a la hidroponía-, le anuncié, saboreando las sabrosas papas fritas.
Milton fue a atender a otros clientes y me dejó sola, disfrutando de mi desayuno.
-Ya te he dicho que olvides el café-, se molestó Ashley cruzando los brazos con la naricita alzada.
-No interesa-, me molesté.
-¿Cómo que no interesa, mujer? Has demostrado todo tu potencial, si ganas el open nacional te vas al Roland