Capítulo 31. Viaje.
Despierto sudando y gritando a causa del sueño que acabo de tener. Mi mente se encuentra aturdida y me desespero por encontrar un objeto con el que pueda defenderme.
- ¡Ayzel!
Ignoro por completo la voz proveniente de la izquierda y trato de levantarme de la cama hasta que una mano me sostiene y jala de regreso.
- Tranquila, tranquila.
Mi pecho sube y baja erráticamente. Las cobijas se enredan alrededor de mi cuerpo impidiendo que pueda levantarme.
- ¡Despierta!
Abro los ojos, sintiéndome estúpida por no haber notado ese detalle y de inmediato todo se ilumina frente a mis ojos.
- Ayzel…
Darien envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me obliga a recostarme de vuelta. Nuestras miradas se conectan y noto la expresión de preocupación en su rostro.
- ¿Estás bien?
Mi mente se encuentra en una encrucijada entre lo real y lo imaginario. Hace tan solo dos segundos me encontraba temblando de miedo a causa de la voz de Frederick gritando mi nombre un