Capítulo 29. Ayzel Simone.
Disfruto de la paz que trae cada mañana cuando el sol empieza a iluminar la habitación hasta que la voz de papá me despierta por completo.
- Cariño, despierta. Lo capturaron.
Mi cerebro se niega a reaccionar tan temprano en la mañana y su repentina intervención en mi habitación me confunde.
- ¿Qué?
- Capturaron a Frederick.
Escuchar ese nombre provoca que mi cuerpo se sacuda a causa de los escalofríos. Finalmente, mi cerebro despierta y busco con la mirada a papá. Lo encuentro sosteniendo su teléfono celular a la altura de su oído, mientras me observa detenidamente.
- Dan está en la estación de policía con su amigo abogado, en este momento.
Mi mente viaja a la noche hace cuatro días en los que su puño impactaba en mi rostro, dejándome noqueada en el suelo de la entrada del edificio donde solía vivir.
- Espera, ¿Qué? ¿Podrías repetir lo último?
Es evidente que esa pregunta no va a dirigida a mí, así que trato de agudizar mi oído para escuchar la