Capítulo 41

La temperatura había bajado considerablemente, Francisco podía ver el calor que emanaba por la abertura de sus labios. Se encontraba sentado sobre el suelo esperando que alguien fuera por él.

Había caminado por toda esa habitación y descubrió que se trataba de una bodega, en la que tal vez guardaron costales de harina alguna vez, había encontrado algunos de ellos, vacíos y maltratados por el agua que se filtraba por las tuberías, así como de los muros. Al no poder salir por la puerta, opto por buscar alguna ventana u otra salida que pudiera usar, pero por más que camino, se dio cuenta de que no había ninguna otra salida más que esa maldita puerta que custodiaban unos guardias bien armados.

Tenía un arma con un limitado número de municiones y un par de cuchillos que no le servirían de mucho a menos que se enfrentara a sus atacantes cuerpo a cuerpo, pero eso era un escenario poco probable a suceder, por lo que, después de tener un ataque de ansiedad que tuvo que ahogar para que no lo es
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo