"Giovana"
Pero mira qué astuto era mi papá, haciéndose el correcto, que hizo todo en su debido tiempo, y resulta que no solo dio su primer beso a los trece años, sino que fue con mi tía y después le dio el primer beso a mi mamá y ahora estaban todos sentados ahí en la misma sala como buenos amigos. ¡Ah, lo llamé hipócrita y con razón!
—¡Cuida esa boca, Giovana! —Advirtió un poco incómodo, pero yo lo que quería preguntar era cómo se corrige a un hijo cuando tiene la razón, ¿dónde está la justicia en eso?
—¡Ay, papá, ya basta! —Entrecerré los ojos mirándolo, pero me estaba divirtiendo con la información que había conseguido. —Anda, tía Rub, cuéntalo todo, ¿cómo estuvo ese chisme?
—¡Ay, Dios mío! Rafa, ya estuvo, cariño, el que se arrodilla tiene que rezar! —Mi mamá soltó una risita. —Es una historia ridícula, algún día se iba a enterar.
—¡Podríamos habernos llevado esto a la tumba! —Se quejó mi papá.
—Ah, pero de ninguna manera, ¡yo no voy a perder la oportunidad de contar que besa