"Hana"
Después del espectaculito que le hice a mi psicópata me estaba sintiendo poderosa, porque él estaba aún más lleno de conversación para conmigo, y no me ahorró elogios y peticiones para que lo hiciera de nuevo. Creo que necesitaba darle una llamadita a Adele e invitarla a un café, porque ella tenía unas ideas que eran garantía de éxito, así como la diosa maestra Melissa, que solo tenía ideas buenas, pero como estaba embarazada no quería estar molestando, necesitaba disfrutar el embarazo en paz.
—Hana, ¿qué te parece si nos vamos a casa más temprano hoy? —Fernando salió de su oficina todo animado.
—¿Y a qué se debe toda esa bondad, jefe? —Lo miré fijamente con una sonrisita, sabiendo bien por qué quería irse a casa más temprano.
—¡Porque eres una asistente muy competente y mi agenda está vacía! —Me sonrió, con ese aire de satisfacción.
—¡Realmente soy muy buena! Y si quieres liberarme dos horas antes, quién soy yo para quejarme. —Le di una gran sonrisa.
—¡Entonces nos vemos