"Hana"
Me pareció genial la novia de mi jefe, del tipo que llega y resuelve el problema. Y había un problema en este piso hoy, esa mujercita metida que se la pasaba coqueteándole a mi jefe encontró una manera de seguir apareciendo en el hospital. Ya había pensado seriamente en llamar a Melissa y avisarle, pero no quería parecer entrometida. Entonces, cuando la recepcionista me avisó que estaba subiendo, no lo dudé, corrí a esperarla en la puerta del elevador y le conté todo.
Y cuando aventó a esa lagartona, como le decía, fuera de la sala de juntas, no pude evitarlo, me reí en la cara de esa criatura maligna. Hice tal como Melissa me mandó, tomé a la cosita del brazo y la llevé hasta el elevador. Estaba frotándose la frente, como si sintiera dolor. El Dr. Molina y el otro hombre la miraron a ella y después a mí algo confundidos.
—Pobrecita, está medio mareada. —dije y me encogí de hombros, empujándola hacia el hombre que estaba con ella. Se abrió el elevador y entraron. Misión cumpl