“Melissa”
Dejé a Fernando en el hospital y me fui a casa. Él todavía tardaría un poco más y yo quería prepararle una sorpresa. Pero en el camino me quedé pensando en esa invitación que recibió. Él no me la mostró, pero seguro que sabía que no era una buena idea ponerme dentro de una fiesta con esa fulanita que, estaba segura, estaría allí. Por suerte, Hana se había convertido en una aliada; estaba segura de que ella descubriría más sobre eso y me lo contaría.
En el garaje del edificio, saqué las bolsas del coche y noté, por casualidad, el coche de Rafael en el garaje. Hacía días que no lo veía a él ni a Giovana. Era extraño, porque antes siempre nos cruzábamos en el edificio, nuestros horarios coincidían, pero en los últimos días no había visto a ninguno de los dos. Y Giovana tampoco me estaba mandando mensajes, ¿será que todavía estaba castigada? Quizás debería pasar por allí y saber si estaban bien. Y pensando en hacer eso, caminé hasta el vestíbulo de los ascensores y me topé con