"Ricardo"
¿Qué tenía Anabel de tan especial? Me fui a la cama, y cuando logré dormir, lo que tomó mucho tiempo, las imágenes de una Ana sudorosa y gimiendo debajo de mí estuvieron en mis sueños. Desperté varias veces sintiendo como si ella estuviera ahí y en todas las veces me quedé frustrado y volver a dormir pareció imposible.
Fue un esfuerzo hercúleo salir de su casa anoche. Mi deseo era jalarla contra mi pecho y dormir abrazado a su cuerpo insinuante, sintiendo todo su calor y su olor bueno. Pero no podía, no me iba a involucrar, principalmente con ella. En realidad, con ninguna otra, nunca más. Ya había tenido mi cuota de decepciones en la vida.
Me fui a casa, con su ropa interior quemando en mi bolsillo y cuando llegué a casa, me di cuenta de que no era una ropa interior, eran dos, había puesto la ropa interior de hoy en el bolsillo cuando se la quité y no se la devolví. ¡Ah, esas ropas interiores! ¿Qué me dio? Ya tenía una, que debería haber devuelto, pero no me resistí a lle