"Lisandra"
El resto de la tarde fue como un borrón, no vi a Patricio, se quedó encerrado en su oficina el resto del día. Me concentré en el trabajo, pero no dejé de pensar en lo que Catarina había dicho, que Patricio había ido a buscarme.
—Lisa, ¿nos vamos? —Manu apareció en la puerta y me llamó.
—Puedes irte, Manu, aún necesito quedarme. —Respondí sin quitar los ojos de la pantalla.
—Entonces te voy a esperar. —Manu entró a la oficina.
—No hace falta, puedes irte, esto puede tardarse. —Respondí.
—¿Qué estás haciendo?
—Revisando un contrato y es de los grandes.
—Entonces quédate con las llaves del carro.
—De ninguna manera, Manu. Tomo un taxi.
—No, Lisa, o te quedas con el carro o me siento y te espero.
—No hace falta, Manu, yo llevo a Lisandra a casa. —Patricio salió de su oficina en ese momento.
—Bueno, si es así, ya me voy. —Manu sonrió y se fue.
Patricio fue hasta la puerta de la oficina y después de un minuto regresó y se paró frente a mi escritorio.
—Necesitamos con