"Lisandra"
Los meses estaban pasando rápido. Patrício era el mejor y más dedicado padre, siempre estaba atento y cuidadoso. Como esposo era más perfecto de lo que había soñado y vivía mi realidad que era mucho mejor que un sueño.
Pero veía otra historia comenzar. Veía a Augusto siempre pendiente de Marisol. Estaba loco por ella y siempre que podía iba a casa y se quedaba horas mirando a mi bebé. Mi madre fue quien notó aquello y me llamó la atención. Vio el cuidado y la preocupación de Augusto con Marisol y sonrió.
—Sabes, ya vi esta película. —Habló mi madre.
—¿Qué película, mamá? —Pregunté curiosa.
—De un niñito muy inteligente que queda encantado con una bebita hermosa y no logra estar lejos de ella. —Mi madre sonrió mirando a Augusto sonriéndole a Marisol en el cochecito.
—¿Él era así conmigo? —Me reí.
—Sí, Patrício era exactamente así contigo. Se quedaba horas mirándote y sonriendo. Pero no es novedad, aún lo hace. —Mi madre sonrió.
—Sería gracioso ver la historia repetirs