"Lisandra"
¡Todo estaba tan hermoso! La ceremonia fue perfecta, principalmente con Augusto sorprendiéndome completamente al pedirme que fuera su madrina. Amo a ese niñito, nos conectamos desde la primera vez que nos vimos. Entonces, su pedido fue como un regalo hermoso que acepté con alegría.
Mientras caminaba por el pasillo hasta el altar, lo único que veía era a mi Patrício esperándome, hermoso en ese traje negro de tres piezas. ¡Quería correr hacia él! Y al final de la ceremonia, las cosas que me dijo, me pusieron en las nubes. Me sentí tan amada por el hombre que amé toda la vida y que pensé que nunca alcanzaría, pero lo alcancé y ahora era mío para siempre.
En el lugar arreglado para la fiesta, en ese campo verde justo debajo del lugar de la ceremonia, había grandes mesas de banquete, forradas de blanco y lila, ornamentadas con hileras de rosas blancas y lilas que formaban un corredor y había arcos que pasaban sobre cada mesa, adornados de follaje y que sostenían lámparas de cr