"Manuela"
Confieso que también me extrañó lo que dijo el comisario, pues Rita tenía algo de dinero guardado, eso lo sabía, y tenía la casa que mi papá le dejó en el divorcio y que valía buen dinero. Pero el comisario Albano sonrió como quien tiene un as bajo la manga.
—Ah, pero en realidad ni eso tiene, Manuela. —El comisario Albano habló y todos nos volteamos hacia él—. Juliano estuvo aquí con un notario, ella firmó unos documentos para que él vendiera la casa y el auto para conseguir el mejor abogado para ella. Solo que me enteré de que Juliano vendió todo y se fue de la ciudad, sin pagarle al abogado.
—¡Eso es mentira! ¡Mentira, mi hijo no me haría eso! —Rita gritó hacia el comisario, que se levantó y fue hasta la puerta, llamó a alguien de afuera y cuando la persona entró cerró la puerta.
—Doctor, ¿dónde está Juliano? Le mandé que vendiera la casa y el auto, comprara una casita más pequeña y usara el resto del dinero para pagarle a usted para sacarme de aquí. —Rita miraba al ab