"Manuela"
Prácticamente acababa de cerrar la puerta, ni siquiera me había recuperado de la visita del padre de Flávio, cuando el timbre del apartamento sonó nuevamente. ¿Qué más quería ese hombre? Respiré profundo y abrí la puerta. Sentí como si toda la sangre de mi cuerpo se drenara. Ahí, parada frente a mí, con una sonrisa fría que me pareció hasta cruel, estaba mi madre y justo detrás de ella estaba Juliano.
—¿Madre?! —Mis piernas temblaron y pensé que me desplomaría en el suelo.
—¿Sentiste mi falta, Manuela? ¿Creíste que me olvidaría de ti? —Se rió, pero una risa sin humor. —¡Una madre nunca olvida a un hijo, principalmente uno tan rebelde como tú!
—¡Madre, claro que sentí tu falta! —Traté de abrazarla, pero se esquivó, lo que hizo que mi corazón doliera.
—¿No me invitas a pasar, hija ingrata? —Mi madre habló con la voz fría y cortante. Solo hice un gesto y ella entró, seguida de mi hermano que me frotó la mano sobre la cabeza, alborotándome el cabello y me jaló la oreja con f