UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 5. Un plan de humillación
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 5. Un plan de humillación
Sarika quería que la tierra se la tragara y la escupiera en cualquier otro lugar que no fuera Dubrovnik, Croacia, en un castillo del año de la paja y frente a un mafioso que la miraba como si estuviera a punto de usar con ella alguna tortura medieval.
—¡Yo no quise decir que era feo! —soltó sin pensar, con los ojos como platos.
—Creí que ibas a parar en viejo, desagradable y cruel. Y para que conste, solo soy uno de esos —siseó ivan entre dientes y la muchacha retrocedió por instinto, tratando de desmentirse como quien trata de ponerle una curita al agujero de un cañonazo para que el barco no se hunda—. Es que… ¡no sabía que era usted! ¡Lo juro! Solo… eso fue lo que escuché…
Y por supuesto que Ivan no le creía nada de nada, pero sentía una oscura satisfacción viéndola retroceder paso a paso, como si acabara de ofender a un dios. Su voz temblaba, las manos también, y su mirada iba de los zapatos a los ojos de Ivan, sin decidirse