CAPÍTULO 23. De un susto médico a una boda apresurada.
CAPÍTULO 23. De un susto médico a una boda apresurada.
—Yo conduzco —Maggie literalmente lo sacó del asiento del conductor tirando de su camisa y por más que Jackson trató de resistirse ella fue inquebrantable—. Tu padre está mal, estás en shock por la noticia y por otras cosas, así no puedes conducir.
Se sentó ella al volante y encendió el auto con determinación mientras él apretaba los puños y miraba por la ventana.
—¿Y tú no estás en shock? —la increpó y Maggie sonrió con amargura.
—Yo he tenido diez años para adaptarme a que solo fuiste un imbécil que no me quería, no puedo estar en shock por eso —respondió eso y Jackson sintió que su corazón se hundía.
No era cierto, nada de eso era cierto, simplemente no podía enfocar su cerebro en ese momento en encontrar las explicaciones, porque estaba demasiado asustado por lo que pudiera pasarle a su padre.
Era cierto que no tenían la mejor relación del mundo, pero Jackson lo respetaba y lo quería y por nada del mundo quería que muriera.
Pa