"Manuela"
Melissa contestó al primer timbre, emocionada como siempre.
"¡Mi alumna más obediente! Me preguntaba cuánto tardarías en llamarme."
"¿Cómo sabías que te iba a llamar?", pregunté riendo.
"Changeling, lo sé todo. Anda, dime, ¿cuándo te va a dar un beso Flávio?"
"Eres directa, ¿verdad?", se rió. "Será hoy, después de que me recoja de la universidad...". Pero Melissa no me dejó terminar.
"¿La universidad? No vas a la universidad. Por cierto, pasaré en media hora a recogerte. Tenemos mucho que hacer, tienes que prepararte para esta noche. Díselo al jefe de policía y te entregaré a las ocho."
"Mel, pero...". Era imposible discutir cuando Melissa estaba tomando una decisión. "¡Espérame en la puerta del edificio en media hora, Keyling! Ahora me tengo que ir." "Melissa", dijo simplemente, colgando el teléfono.
"Pero en media hora seguiré trabajando. Son las tres de la tarde", me dije a mí mismo, mirando el teléfono.
Todavía me estaba recuperando del huracán Melissa cuando Catarina ap